Una conversión es cuando consigues que la persona que ha aterrizado en tu página web realice una determinada acción que tenga un valor medible para tu empresa. Esta acción puede ser cualquier objetivo que tu te hayas marcado, como conseguir los datos de una persona, reservar una cita, o la compra de un producto o servicio 
Cuando un cliente llega a tu página web, la conversión que puede realizar puede ser de dos tipos: directa y indirecta. Las conversiones directas, tal y como su nombre indica, es cuando el cliente responde a nuestro anuncio o banner con una acción concreta que nosotros queremos. Por ejemplo, que nos compre el producto o que nos reserve una cita. En este caso, ya estamos consiguiendo la conversión directamente 
Por otro lado, las conversiones indirectas es cuando el cliente nos da su información personal a cambio de una oferta de contenido o de un servicio. Esta no es de manera tan directa, pero nos sirve para conseguir una buena base de datos que nos puede servir para en el futuro aumentar los clientes potenciales. Las conversiones indirectas son igual de importantes que cualquier otra conversión, aunque sea más suave, porque nos permiten conseguir más leads 