Para optimizar el funcionamiento de la campaña se tienen en cuenta distintos valores. En primer lugar, debe definirse con el cliente el presupuesto diario de la campaña. Para ello se tiene en cuenta el coste de adquisición de un cliente, por ejemplo. Se definen palabras clave, extensiones y formatos de anuncio y se pone en marcha la campaña. Durante la duración de la misma se analizan las métricas y se optimiza el funcionamiento de la campaña añadiendo, actualizando o retirando palabras clave, formatos de extensión o ubicaciones.
El objetivo es optimizar la relación entre número de clientes y coste por clic. Es decir, conseguir un mayor número de clientes a un coste cada vez más bajo.